29 may 2007

AH NO, ESO SÍ QUE NO, USTÉ


Curiosamente, quiérase o no, las cosas se parecen a su dueño. Eso me lo recordó el otro día un mi ex profesor del diversificado. Lo cague de risa es que el pedazo de mierda me puso a mí de ejemplo. Y se refería al Mula que es uno y a todas las muladas que hay aquí. Cuando tenía 17 años pude haber respetado a este viejo talega, pero a estas alturas de mi vida ya no estoy para aguantarle ni verga a nadie, entiéndase bien: A NADIE. Pero bueno, existe el respeto y tampoco podía negar que un poco de razón tenía. Si en el Muladar lo único que hay son muladas, ergo, su dueño es un mula. Va pues, digamos que sí. Si quieren agreguémosle “perfecto” y “grandísimo”, para que se oiga más caquero. Lo que me trató de decir fue que todo lo que aquí estaba escrito era un reflejo de mí mismo y de lo que siempre he sido. Para variar, salió con sus mierdas psicoanalíticas y sociales. Me recalcó que, a pesar de los años, yo seguía siendo el mismo “chavo caótico, irreverente y con pocas ideas claras sobre mi futuro”. Como ya dije, pude haberlo sacado a pura puntaeverga del café en donde nos encontramos, pero nel, me mordí los güevos y no tuve que “llegar a las manos”. Es más, ni siquiera lo contradije. Dejé que se descosiera con sus babosadas y punto. Como ya dije, razón tenía… en parte.

La onda es que un mi primo le había dado el linc de esta mierda, mi correo y mi celular. El imbécil creyó que iba a encontrar poemitas baratos con fotos de margaritas y rosas a gran escala o alguna cursilería o mamarrachada de ésas. ¡Y cuál sería su susto! Como es mero fufurufo y parece que también un cacho diabético, se le subió la azúcar a tu amor y casi para en el hospital después de leer un par de posteos. ¡Bueno estuvo! —pensé mientras me lo contaba—, ¿quién putas lo manda a meterse en dónde no le importa, pues? Ah no, como también se la lleva de muy culto, tenía que aparecer, pues. Si lo que le encanta es huequiar, ¿qué pisaos vino a hacer aquí? Según él, había fotos mías. O, por lo menos, iba a poder leer mi diario y mis pensamientos más profundos. Todo el mundo sabe de qué patea cojea. De seguro, las fotos las quería para pajiarse al mismo tiempo que oía “la buena nueva” en boca de Güilian Soto Santiago. Leer mi diario lo habría exaltado al no verse incluido en nada; pero él contento de leerlo. Y sí, ya sé lo que están pensando. El profe este le tira a todo y siente que se le viene el mundo encima cuando alguien (sea un culito o un pisado) no le pasa balón. Entonces, se pone medio bracas, empieza a tirar mierda con casaca y a tomarse todo personal. Es un resentido, pero de los inútiles. El típico hijueputa que ya no halla las horas de hacerse la víctima. Otro bastardo más de la madre patria mulamalteca, aunque duela decirlo.

Y es que parece que cuando las mierdas van mal en nuestra vida, siempre tenemos que echarles la culpa a los demás. O a algo. A la Historia, al Mundo, al Gobierno, a la Sociedá o a nuestros tatas. El tícher es un vivo ejemplo de que cuando no obtenemos lo que queremos, desviamos la onda y buscamos cómo quitarnos el vergazo sacando mierdas que no vienen al caso. Al menos, él no tira la tualla. Inconscientemente se hace la víctima, pero no se conforma y arriesga. El resto estamos pisaos. Nos sentamos en nuestros laureles a esperar que venga otro a sacarnos del hoyo y si no viene nadie, pues qué pisados, nos quedamos toda la puta vida así y ya estuvo. El pretexto: soy una víctima, se cagaron en mí, por eso soy así y no me da la gana hacer nada porque para qué. Puta, qué fácil, ¿no? El indígena-maya porque siempre lo han tratado pior que una mierda y porque no hay que olvidarse de la Historia. El indígena-ladino porque es el resultado de una mezcla y quisiera ser “pura raza” y tener identidad propia y la gran puta. Los pobres por ser pobres, las putas por ser putas, los huecos por ser huecos, los mulas por ser mulas, las chavas por ser chavas, los negros por ser negros, los gordos por ser gordos y hasta los ricos por ser ricos. Y Mulamala sigue así, estancada, como un pedazo de cerote que no pasa en la letrina y ahí se queda, medio atascado, medio flotando. Uno se pone a pensar y ve el panorama y dice: ¿quésesta mierda?

―¿Y vos qué pisados hacés por Mulamala, cerote? —me preguntó Arjona, el otro día que me lo encontré en el ariopuerto.
―¿Yo? Pues yo ni pura verga, Richi. Yo sólo miro, vos. De vez en cuando digo dos tres cositas, pero nada más. Mi misión es otra, viejo.
―¿Así? ¿Y cuál será? ¡A ver, decime! ―me dijo ya medio maliado, sacando algo de pecho y componiéndose esa coleta mierda en el pelo.
―Chupar, chingar, chimar, chorriar y todo lo que te podás imaginar que empiece con ch… ―le contesté y me fui a la mierda dejándolo con la palabra en la boca.

Pero bueno, no nos pongamos serios que esta mierda ya empieza a yeder a blog de intelectuales e idiotas aburridos. ¡Huy no, eso sí que no, señor Rex! ¡Mama pega! Hagamos de cuenta que lo de antes fue un paréntesis y volvamos a lo de “las cosas se parecen a su dueño”. Al igual que el tícher, cualquier parroquiano que por curiosidá o por casualidá caiga en los establos del Muladar, encontrará ni más ni menos que eso: un reflejo vivo de su autor, oséase, el Rex. Nada de temas trascendentales (aunque a veces no lo parezca) ni de importancia mayor que la de las mismas mierdas de siempre. Nada de reflecciones profundas ni filosofadas sin sentido. Nada de retazos de diarios íntimos ni personales del estilo de “hola a todos, hoy me levanté con el pie derecho (en el que no tengo callos) y me di cuenta de que el mundo apesta”. Nada de mierdas chafiadas y copiadas de otra mara, ya dichas y recontradichas. Ni mierda de eso. Sólo lo que se me ronque el culo poner; o, como dirían por estos rumbos ibéricos-cachupinos: sólo lo que me salga de los güevos. Eso, exactamente eso. ¿Por qué? Porque Rex es así. ¿Capichi?


PD. Si a alguien le molesta, pues ahí hay un vergo de animales tratando de convencernos para que votemos por ellos… ¡Pues qué mejor entretenimiento que andar oyendo sus idioteces! Aquí NO va a cachar ni refa, ni banderita, ni playera, ni cachucha, ni costalitos de cemento, ni láminas, ni fertilizantes…


Foto cortesía de Guguel.

10 may 2007

¡YA SERIOS PUES PISADOS!


* Post de aniversario. ¡Un año ya de estar echando punta!

Uno de los males que más aquejan a nuestra querida Mulamala de la Asunción Penados del Barrio Solar Granadino es esa maldita manía de andar por ahí de rollo guana-bi, muchá. El pobre mulamalteco se pierde buscando identidades; el o la pobre mula siempre quiere ser, porque si no es, qué huevos, no está en ni mierda. Y de esa preocupación salen las cagadas, pues. Los frijoles no se cuecen bien, la ropa no se seca y yede, las matas de apasote no retoñan, los patojos salen tarugos. Y los que no, luego luego se idiotizan. La adolescencia los echa a perder y, una vez llegan a la U, la decadencia se hace más evidente que las costillas de un chucho de la calle. Cualquier mierda que nos llega a los oídos, la aceptamos. Que si el Che vive, amén, así sea. Que si Ríos Montt es el mero chamuco, amén, así sea. Las ideologías entran en nuestro sistema como un virus, como un pedo invisible pero potente, de aqueos que se gestan después de ponernos coches de atol de ceniza, tostadas de guacamol y chuchitos (onde tus meras primas). ¿Quién rialmente se compromete por lo que dizque cree? Respuesta: un dos por ciento. Los demás somos una partida de habladores y de alborotadores que lo único que nos interesa es llamar la atención y creer que estamos sentando algún precedente. Pero nel, en la Historia los que valen son los mártires y, o me estoy quedando choco o ando en la luna, pero de ésos ya no quedan. Y no es que haigan habido un pijazal. Eran contaditos los pisados… (♫ estábanos comiendo rábanos… ♪ y nos cagábanos, nos pedorriábanos… ♫) ¿Quién putas llama al celular?

YO: Pinchazos “Nalga Negra”, aquí Nabucodonosor, dígame…
ANÓNIMO: Estoy leyendo lo que está escribiendo. ¿No le parece que se está yendo por la tangente? ¡Pedazo de…!
YO: ¿Detergente?
ANÓNIMO: Déjese de mierdas…
YO: Bueno, sí, exagero. ¿Algún problema? Un mi cuñado es talibán, así que… ¡cuidadito pues!, como diría Shara.
ANÓNIMO: No, si tampoco es pa’ que se exalte…
YO: ¡Entonces no me chingue! Si exagero es porque la mara sólo así agarra la onda. Me gustaría incluir fotos de La extra para ambientar un poco…
ANÓNIMO: ¿Y qué pisados tiene que ver el rollo guana-bi con los pobres mártires?
YO: Ah, tampoco me salga güevonote… ¡Lea, pisado!

¡No digo pues! Deberían echar Racumín Ultra de vez en cuando en algunas ciudades. Hay sobrepoblación de tacuacines y no estaría mal desinfectar un poco el ambiente. Ustedes son testigos. Yo estoy aquí tranquilo escribiendo mis muladas y la mara sólo llama para alterarme. Después que no se anden quejando. Pero bueno, prosigamos. Del hecho al dicho, hay mucho nicho, como diría el Chapulín Colorado. Entre decir algo y hacerlo, está el camote. Andar por ahí diciendo algo y no hacer ni mierda, es pior. Hacer gala de creer en una causa (social, para no andar con rodeos) y no comprometerse diadeveras, es más pior. Jactarse de apoyar una causa y no saber ni por qué, me suena al típico a-dónde-va-Vicente-laif-estail del guana-bi mulamalteco; o sea, a cosa hueca, como a tecomate… ¡Y es lo que precisamente me cae en los güevos! El otro día, un cuate me preguntaba sobre la Guerra Civil, las masacres, el genocidio, etcétera, etcétera, incitándome a que “escribiera” sobre eso. ¿Y yo qué putas voy andar sabiendo?, pensé. Y es que lo único que pude decirle fue lo que viene en los libros. Yo no viví nada de eso y no me acuerdo de esos tiempos. No puedo hablar de guerra si no he sufrido una. Tampoco de pobreza, si no soy pobre. Lo que trato de decir es que, para mí, apoyar una causa o hablar de ella NO es suficiente: hay que meterse de lleno en la onda. Para entender al pobre, por ejemplo, habría que ser (aunque sea por un día) pobre, ¿me explico? Es muy fácil denunciar y adoptar una postura social, y de ahí regresar a la casa, abrir la refri, ver que está repleta, encender el tiatro en casa y echarnos en el sillón a descansar, con una chela en la mano y el control remoto en otra, sonriendo, sintiéndonos en paz porque no nos hace falta nada y la vida es un algodón de feria, un capirucho que encaja perfectamente en el palito, un aguinaldo eterno… (♫ estábanos comiendo rábanos… ♪ y nos cagábanos, nos pedorriábanos… ♫) ¿Diosa puta, otra vez?

YO: Marranería “Cucurumbé”, le atiende Franclin, ¿cuánto de frita le ponemos?
ANÓNIMA: Eh… no, disculpe… ¿No estoy llamando al Muladar?
YO: No, señora… creo que’s aquí a la vecindá.
ANÓNIMA: Pero es que a mí me dieron este núm…
(♪..tuu-tuu-tuu-tuu-tuu-tuu-tuu-tuu-tuu-tuu-tuu…♪)

Pues sí. Les decía que así pa’ qué vergas. Conozco mara (contaditos también) que ha decidido sacrificar un montón de ondas para echarle una mano a otro y ha metido las manos al fuego, y ha sufrido, y ha dado la cara y, detalle admirable, lo ha hecho calladita la boca. Puta vos Rex, pero la intención es lo que cuenta, ¿no? Ahí está el vergueo. Si tu intención es “que los demás sepan que tenés conciencia social y hacés algo por tu país”, estás pisao. La idea es hacerlo, saber por qué lo hacés y tratar de que ESO repercuta en tu vida. ¿Y por qué digo esto? Porque ayer, cabalmente, me encontré a un conocido mío que, de primas a primeras, me salió con… lo de la Menchú me parece “masivo”, vos; o sea, es lo que necesitamos. Le pregunté por qué y un patético porque sí fue su respuesta. Le pedí razones. Me contestó que “eran obvias” y que muchos de sus cuates estaban emocionados con la onda, que hasta iban a empezar a sacar playeras chingonas. Y esa la fue la gota que rebalsó el vaso, pues. Pude haberlo pescoceado, pero me aguanté. Niño-bien-guana-bi-urbano-con-ínfulas-de-yo-comprendo-al-campesino. ¡Nahhh!, pensé, ¡mejor dame el culo! Pelmazos como éste, abundan. Gente bien pretendiendo reivindicarse, ¡habráse visto! Y luego anda el montón de pisados “yo a Mulamala la saco de donde está”, pis an lov, siempre hacia delante, qué role, si pues, veri nais. Y me parece perfecto. Sólo me gustaría que algún día se dejaran de tanta pose mierda, hicieran sho y fueran más coherentes. Pero es sólo mi opinión. Así que no me hagan mucho caso. También dije que el 2000 era el fin del mundo y opiné que todos los nacidos en año bisiesto debían quebrarse el culo y ¡miren onde andamos!


Cuadro de Carlos Echeverría Kossak © 2005